jueves, 9 de marzo de 2017

Textos argumentativos



   El texto argumentativo es un texto subjetivo (a diferencia del texto expositivo, que es objetivo), que defiende una opinión personal  con el propósito de convencer, persuadir al receptor,  lo que supone a veces modificar su opinión. 

Son frecuentes:
  • Las palabras valorativas (adjetivos y adverbios valorativos), incluso emotivas.  
  • El uso de la primera persona.
  • Exclamaciones o interrogaciones.
  • Los recursos retóricos que hagan más expresiva, convincente, llamativa y, si es necesario, emotiva la argumentación (metáforas, comparaciones, metonimias, paralelismos, etc.)
En el texto argumentativo diferenciamos dos grandes elementos:
  • La tesis: la opinión que se defiende
  • Argumentos: las razones que se dan para apoyar y defender esa opinión.


Generalmente, en los textos argumentativos  se diferencian tres grandes partes:
  1. Introducción: presentación de la tesis.
  2. Desarrollo: se presentan de forma ordenada y coherente los argumentos que apoyan la tesis, y se refutan los posibles argumentos contrarios.
  3. Conclusión: se destaca lo más importante o se refuerza la tesis para intentar convencer al receptor.

   Es muy importante una adecuada división en párrafos y el uso de nexos y conectores que enlacen los argumentos entre sí, y estos argumentos con la tesis.




TIPOS DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS 



Las argumentaciones son importantísimas en nuestra sociedad, y forman parte de diferentes ámbitos:
  • Académico y científico  (estudios y tesis universitarias, argumentaciones científicas y médicas que forman parte de estudios en estos ámbitos).
  • Jurídico (alegaciones de abogados, recursos, instancias)  
  • Político (los mítines, debates televisivos, debates parlamentarios) 
  • Literario (los ensayos, que abordan diferentes temas –sociológicos, científicos, psicológicos, literarios, artísticos- con una pretensión literaria) 
  • Medios de comunicación (textos periodísticos de opinión, publicidad). 
  • Pero también está presente, aunque con menos rigor y planificación, en la vida cotidiana: intentamos convencer constantemente a los demás de grandes y pequeñas cosas. Los debates, coloquios y tertulias  también son  argumentaciones.

   El tipo de lenguaje empleado cambia, siendo más rígido, culto y lleno de tecnicismos en los ámbitos académico, científico y jurídico; y más coloquial, desenfadado y emotivo (según la situación) en la vida cotidiana. 

   En los ámbitos académico, científico, jurídico, político y literario lo más frecuentes son los textos expositivos-argumentativos, que combinan la defensa de la propia opinión con la exposición de ideas y datos objetivos, mezclando, pues, objetividad y subjetividad (es lo habitual, por ejemplo, en los ensayos y estudios científicos).



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